lunes, 11 de enero de 2010

QUE DOMINA AL MUNDO? EL PETROLEO y mexico q pedo con lo que ganas de la gasolina?





El incremento en el precio de la gasolina para iniciar el 2010 ha sido fuertemente criticado, tanto por la oposición en la política, como por la opinión pública. Es lógico, porque como con los impuestos, a nadie le gusta pagar más. Sin embargo, el asunto es bastante más complicado de lo que parece. Si la gasolina sube de precio, mal, pero si no sube, peor.
Para que pueda usted ver la terrible maldición de la gasolina, la figura 1 le muestra cuál ha sido la tasa implícita de impuestos directos cobrados en la Magna. Le llamo impuestos directos porque además del IEPS, entre 1995 y 1997 se pagaba también un aprovechamiento. El cálculo es cuánto se cobra de impuesto dividido entre el precio al público de la gasolina.

 
Observe usted cómo desde 1997 hasta 2003 cada litro que compraba de gasolina aportaba una cantidad relevante al erario, entre 20 y 50% del precio pagado era impuesto. De 2003 en adelante, las cosas han sido muy diferentes, porque el precio de la gasolina no se ha ajustado al mismo ritmo del precio internacional, ni siquiera del precio de producción de Pemex, de forma que poco a poco el impuesto fue desapareciendo, y desde 2006 en adelante ha sido más bien un subsidio que un impuesto. Apenas si al inicio de este año, por el desplome de los precios internacionales, se logró cobrar un poco, pero en los últimos meses casi 20% del precio que usted paga se lo regala el gobierno, es decir, todos los mexicanos que pagan impuestos.
Como podrá imaginarse, esto es un absurdo, porque al vender a un precio menor al que se debería, la gente consume más, y puesto que no producimos en México lo suficiente, el subsidio lo que acaba provocando es un incremento en importaciones. Lo peor imaginable: subsidiamos para importar más. Y no es una cantidad pequeña. La figura 2 le muestra la cantidad total recaudada por este impuesto en la gasolina Magna. Bueno, a veces recaudada, a veces regalada:
 


Son millones de pesos corrientes, de forma que no son comparables año a año, ni mucho menos en tramos largos, pero lo relevante de la figura es ver cómo de 1995 a 2005 sí tuvimos una recaudación por este concepto, así haya sido muy baja en los últimos años de ese período, pero de 2006 en adelante lo que tenemos es una pérdida, que alcanza la inmensidad de casi 90 mil millones de pesos, sólo en el IEPS de la gasolina Magna durante 2008.
Es cierto que incrementar el precio de la gasolina tiene un impacto en la inflación, pero no hacerlo tiene un costo en finanzas públicas, que están muy débiles como ya sabemos, y tiene un costo en divisas, al incrementar las importaciones del combustible. Peor aún, tiene un costo en distribución del ingreso, porque este subsidio es tremendamente regresivo: recibe más quien más gasolina gasta. Una Hummer, por ejemplo.
Como ve, el asunto de la gasolina es malo por donde se le vea: si sube, hay inflación y molestia; si no sube, hay déficit, y riesgos. Eso pasa cuando uno no toma decisiones o cuando las pospone demasiado. Una solución sencilla: que Pemex venda la gasolina al precio internacional, con una tasa de impuesto fija y predeterminada. Habrá meses malos y buenos, pero en un par de años todo mundo se habrá acostumbrado.

Ahora que si lo que queremos es seguir apapachando al consumidor, es decir al votante, pues sigamos haciéndolo con costo al erario... ya pronto habrá que pagar...

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